18 septiembre 2014

Bioy Casares fotógrafo en Fantástica Buenos Aires


Por Humberto Acciarressi

A pesar de las crisis, nuestra ciudad, nadie lo puede negar, tiene actividades de sobra para cualquier gusto. Y en materia de hechos culturales los hay desde los clásicos como la Feria del Libro y las Gallery Nights, hasta los encuentros de tattoos o de los amantes de las historietas, pasando por todo lo que se pueda uno imaginar. En ese marco llega Fantástica Buenos Aires, un festival dedicado a la literatura fantástica que se llevará a cabo entre el próximo lunes hasta el 11 de octubre en la Casa de la Lectura (Lavalleja 924) y en el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551). Por varios motivos, aunque fundamentalmente por dos -haber cultivado como pocos el género y cumplirse un centenario de su nacimiento-, este año habrá un capítulo especial para Adolfo Bioy Casares. Lo curioso es que la principal actividad no estará centrada en sus múltiples obras -aunque sí estarán presentes a lo largo del ciclo-, sino a su condición de...fotógrafo.

Efectivamente, con la muestra "El lado de la luz: Bioy fotógrafo" (la misma arrancará el 25 de este mes en el San Martín y culminará con el festival) se intentará levantar el velo que cubre una de las facetas casi desconocidas del autor de "La invención de Morel". Incluso habría que estudiar con más detenimiento uno de sus libros, "La aventura de un fotógrafo en La Plata". Bioy Casares -de quien se expondrán unas 50 fotografías tomadas por él, que incluyen retratos inéditos de Julio Cortázar, Silvina Ocampo, Alejandra Pizarnik y Manuel Mujica Lainez, entre otros- consideraba esta disciplina como la mejor forma de detener el tiempo y la preservación fáustica del instante. Es decir, un tema que lo obsesionaba y que abordó en varios de sus libros.

Inspirado en aficionados como Jacques-Henri Lartigue (personaje sobre el que escribiremos una próxima columna) y a escritores-fotógrafos como Lewis Carroll y Samuel Butler, Bioy se dedicó con intensidad a esta actividad entre 1950 y 1970. Así logró un valioso testimonio de la sociedad de entonces, de los paisajes que frecuentaba y, claro, de sus amigos. También podrán leerse textos inéditos del escritor, que tratan sobre la relación de la fotografía y las letras. Otros capítulos del festival lo constituyen obras de teatro ("Crónicas de un seductor", versión libre de "Todas las mujeres son iguales" y "Todos los hombres son iguales" de Bioy Casares), cine (con "Invasión", guionada por el escritor y Jorge Luis Borges, o "Dormir al sol" basada en la novela homónima), narraciones, conferencias, mesas redondas, música y hasta actividades infantiles. Insistimos: Bioy es el eje del festival, pero aclaramos que habrá otras actividades relacionadas con la literatura fantástica. Con un poco de tiempo, para no perderse nada.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)