15 agosto 2014

Histriónica y con su genio, vuelve la chilena Juga


Por Humberto Acciarressi

Canciones francesas, fados, sambas, rock, blues, ukeleles polinésicos, una voz cautivante, un histrionismo deslumbrante, todo eso puede encontrarse en la música tan particular de la cantante e instrumentista chilena Juga. Con dos discos en su haber -"El orden de las cosas" y "Cada isla un tesoro"- ya se hizo un lugar destacado en su país y ha comenzado a trascender las fronteras. Su amor por el folclore y el carácter cosmopolita de su estética la llevaron a grabar varias de sus canciones en la Isla de Pascua. Invitada a Buenos Aires para interpretar su homenaje a Edith Piaf en el 50 aniversario de su muerte, en el 2013 deslumbró a todos con su show "Juga Di Piaf".


Ahora, Juga retorna a nuestro país para presentar su álbum recopilatorio y su show "Di Prima 2009-2013", el 19 de este mes a las 21 en Café Vinilo (Gorriti 3780). Movediza, siempre original, la cantante, instrumentista y compositora formó, para estos conciertos en vivo, una banda que utiliza la psicodelia para amalgamar el rock de los setenta con los sonidos polinésicos y orientales. Cuando se revisa su biografía no artística se encuentra con un dato que, finalmente, no es menor. Juga es directora de la Fundación Chilena de Ajedrez y miembro de la Fundación Judit Polgar, con base en Budapest, que promueve el ajedrez entre los niños y los jóvenes. Esto explica, en parte, la forma que en que la cantante "juega" cada uno de los roles en su plano artístico, que siempre tiene ese toque de performance milimétricamente calculada, incluso en sus intervenciones callejeras.

Varios de los once temas que componen este último disco y su show, han sido realizados en video. La inquieta veinteañera ama desplegar toda su capacidad melodramática. La artista ha definido sus creaciones como frutos de una alquimia personal. Más aún ha señalado: "Desde el discurso y las palabras hasta el ensamble de ritmos, melodías e instrumentos, el repertorio, el show, el atuendo, las plumas, el cabaret, el sombrero de copa, los colores y las rosas, incluso factores numerológicos y otros que se están conjugando, trato de hacerlos de la forma más poética posible". Quienes la vean en Café Vinilo podrán disfrutar de estas combinaciones que ella tan bien define.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)