19 junio 2014

Esas cosas que no todos saben de la Alicia de Carroll

ALICE LIDDELL FOTOGRAFIADA POR LEWIS CARROLL EN 1858
Por Humberto Acciarressi

Pocos saben que Alice Liddell murió en Kent en 1934, a los 82 años, es decir 74 después de haber conocido en casa de sus padres a quien la haría famosa con sus libros y sus fotos, el reverendo Charles Dogson, ese matemático epiléptico, amante de las paradojas y fanático del ajedrez que la historia de la literatura conoce como Lewis Carroll. Este, en la narración de los recuerdos de la anciana, no sólo era amigo de la familia, sino especialmente cordial con ella y sus hermanitas Lorina y Edith. Esas "amistades" le han valido a Carroll -tal vez justamente, según se deduce leyendo sus biografías y su correspondencia- las más terribles acusaciones que alguien puede recibir. Pero la Alice Liddell anciana no hace mención de nada especial en esa extraña amistad de casi ocho décadas antes. Sí recuerda los cuentos que "Dogson" (jamás lo llama Carroll) les contaba cuando iban a caminar por las orillas de un riacho cercano a Oxford.

Alice ha contado que fue a petición de ella que Carroll creó un cuento, que sería la matriz original de su posterior "Alicia en el País de las Maravillas". Ese temprano relato se lo regaló a la nena en las navidades de 1863, cuando curiosamente ya no se veía con los Liddell por un episodio que ningún libro de la época ni correspondencia revela. En 1892, la entonces adulta Alice aún mantenía correspondencia con el célebre escritor. En 1872 había muerto de sarampión Edith y quien pasaría a la posteridad como una "nena" era mirada con interés por el Duque de Albany, hijo de la Reina Victoria. Esa relación no prosperó, ya que la mujer se casó con un tal Reginald Hargreaves, empresario con quien tuvo tres hijos. Dos de ellos murieron en el frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial.

La vida de Alice Liddell no fue demasiado amable para ella. Pocos años más tarde de la muerte de sus hijos, falleció el marido. Su familia se codeaba con la familia real y mantenía hasta entonces un pasar más que holgado. Sin embargo, tras esa secuela de tragedias, comenzó a faltarle el dinero. Ya por entonces, Carroll había dejado este mundo como dos décadas antes (el 14 de enero de 1898). En un cajón, Alice tenía el manuscrito, firmado por su autor, que el entonces Dogson le había regalado en la Navidad de 1863. Se lo dio a Sotheby´s y obtuvo por la preciada pieza más de 15 mil libras esterlinas, una cantidad mucho más que considerable. Hay un dato interesante. Cuando se cumplió el centenario del nacimiento de Carroll, en 1932, la anciana viajó invitada a la Universidad de Columbia por ser la musa inspiradora del escritor. Allí conoció a Peter Llewelyn-Davies, nada menos que uno de los hermanos que inspiraron a J.M.Barrie a escribir Peter Pan. Una película no le daría un mejor final.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)

ILUSTRACION DE JOHN TENNIEL PARA LA PRIMERA EDICION DE "ALICIA..."

ALICE, A LA DERECHA, CON SUS DOS HERMANAS, FOTOGRAFIADAS POR LEWIS CARROLL

ALICE LIDDELL FOTOGRAFIADA POR JULIA MARGARET CAMERON EN 1872
ALICE, HACIA EL FINAL DE SU VIDA, EN UNA FOTO DE AUTOR ANONIMO.