12 noviembre 2013

La India invade Buenos Aires con su cultura


Por Humberto Acciarressi

Entre el 15 y el 24 de este mes, se llevará cabo uno de los más interesantes y exóticos encuentros que tienen lugar en nuestra ciudad: el 5° Festival de la India 2013, con entrada libre y gratuita, en el Centro Cultural Borges, el clásico lugar de encuentros del arte de Viamonte y San Martín. Pero las actividades no se limitarán a este escenario, sino que además, el próximo domingo, se realizarán dos megaeventos en los parques del Planetario.Allí, entre las 10 y las 13, se podrá asistir al encuentro "Buenos Aires OM", y de 17 a 19 a un espectáculo en el que participarán más de 60 bailarines, con danzas clásicas de Odissi, Kuchipudi y Bharatnatyam, pero también del popular Bollywood. 

Sin embargo, en los días previos y sucesivos, habrá otras múltiples actividades -algunas, a las que no nos referimos acá, relacionadas con el comercio entre ambos países- en diversos lugares. Sea un torneo de cricket en el George´s College de Quilmes (se disputará la Copa de la India), o un Festival de Cine en el propio C.C.Borges, en el que se exhibirán películas indias de reciente data, con entrada libre y gratuita, y que se extenderá durante diez jornadas. Esta cultura milenaria, aggiornada a los tiempos modernos en muchas de sus manifestaciones artísticas, tiene en los últimos tiempos muchos cultores en el mundo entero, y Buenos Aires no es una excepción. 

La exposición de artesanías, joyas, productos de plata y madera, vestimentas y artículos religiosos provenientes de la India durará todo el festival en el Borges, y también se dictarán seminarios sobre Yoga, Espiritualidad, cocina del país asiático, teatro, Ayurveda y otros tantos encuentros sobre la cultura de aquel país, todos dictados por expertos locales y por otros llegados desde la India. Las relaciones culturales entre ambos países hace bastante que son muy fluídas, pero desde que se lleva a cabo este festival puede observarse una cantidad cada vez más alta de interesados. Entre tanto materialismo extremo, un poco de espiritualidad no viene nada mal. Aunque sea para intentar la experiencia.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)