13 octubre 2012

Un dinosaurio no puede ser resucitado


Por Humberto Acciarressi

La noticia es peor que un golpe en la nuca con un ladrillo. Es casi como que a un chico le saquen, mientras duerme, los caramelos de la valija. Es tan tremendo como esconderle el bastón a un ciego. Es tan perverso, que al lado de esta noticia, el fin del mundo es vermouth con papas fritas. Uno a uno, la post modernidad va tirando los mitos establecidos a la papelera de reciclaje de la vida.

Ahora, en medio de este caos, científicos australianos -luego de casi dos décadas de investigación- arribaron a una conclusión poéticamente triste: los dinosaurios no puede ser resucitados. Todo lo expuesto en "Jurassic Park", el film de Steven Spielberg, es falso. No hay clonación posible, no hay tu tía. El ADN no sobrevive más de 6,8 millones de años y los dinosaurios desaparecieron hace 65 millones. Una bocha de tiempo que no resiste ni siquiera comenzar a experimentar.


Sin embargo, los científicos se tomaron el trabajo de hacerlo, inspirados en la película famosa. Estamos en condiciones de afirmar que la pregunta célebre de Susana Giménez no tuvo nada que ver en la investigación. "Hemos estado permanentemente afligidos por el mito creado por Jurassic Park desde principios de 1990", dijo Mike Bunce, uno de los científicos. El y su colega Morten Allentoft estudiaron el período de supervivencia del ADN a partir de restos de 158 moas, gigantescas aves neozelandesas extintas. Te ahorro todos los detalles técnicos: ninguna salió volando de la muerte. Un garrón para la ciencia y para los que sueñan con tener de mascota un pterodáctilo.

Sin embargo, uno de los expertos acotó que es probable que se pueda extraer una cantidad significativa de ADN de restos de alrededor de un millón de años de antigüedad y "hacer algo con ellos". Lo que no explicó es de dónde va a sacar un dinosaurio tan cercano en el tiempo. A esta altura, y después de casi dos décadas de estudios, tengo la impresión que estos vivos quieren seguir cobrando el subsidio por investigación. Si aparece un tiranosaurio de goma, mirá para Australia.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)