08 octubre 2012

Por cerdos, los echaron del tenedor libre

GEORGE DALMON Y ANDY MILES, LOS GLOTONES

Por Humberto Acciarressi

Los ingleses George Dalmon y Andy Miles eran comensales frecuentes del restaurante Gobi de Brighton, Inglaterra, un tenedor libre similar a esos que abundan en Buenos Aires y en los que uno puede comer hasta reventar por una suma fija. Personalmente he visto gente tragar en una hora, más cosas de las que ingiere un ser humano normal en una semana. Según parece, George y Andy pertenecen a este grupo de trogloditas.

Los inglesitos se pasaron tanto de mambo, que los expulsaron del local. Peor aún: el gerente del lugar les pidió que no vuelvan más de por vida. Los otros comensales, los mozos y los encargados del boliche, estuvieron mirándolos comer como bestias insaciables varias bandejas de carne y verduras, sopas, tortillas, pastas, postres, frutas, panes y todo lo que se te ocurra. No contentos con eso, el clímax que provocó la expulsión fue cuando los dos cerdos destruyeron una de las tarimas en las que se expone la comida, en su desesperación para seguir llenando sus platos de más carne.

Uno de ellos, Dalmon, ex jugador de rugby, no se quedó así nomás. Por un lado recordó que hace dos años que comen en el lugar sin problemas y que la gente entra pues el acuerdo es que pueda ingerir todo lo que quiera libremente. Incluso añadió que aún tenía hambre. Un caradura simpático. "Es un tenedor libre y por eso me encanta. De repente el dueño vino a nuestra mesa y delante de todos los clientes se volvió completamente loco. Nos dijo que estábamos comiendo de más y que éramos un par de cerdos", se quejó el hombre porcino.

Es cierto que en su página web el restaurante promete que sus clientes pueden comer todo lo que quieran por doce libras. Pero uno de los trabajadores del local, que pidió no ser identificado, indicó: "Básicamente vienen y se comen todo. Los soportamos durante dos años, pero ya tuvimos bastante. Se comían todo antes de que la gente pudiera llegar". Y para colmo, no tomaban bebidas para no pagar más. Pedían agua. Fue bueno mientras duró.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)