24 octubre 2012

El cirujano que volvió de la muerte

Por Humberto Acciarressi

Eben Alexander es cirujano y profesor en Harvard, y como tal se supone que es serio. Pero no lo parece. En 2008 le tocó vivir una experiencia dramática: una meningitis bacteriana fulminante lo dejó al borde de la muerte, en estado de coma, y los médicos le anunciaron a su familia que se despidieran de toda esperanza. Como dice la canción de Ariel Rot, ya había ido a tomarle las medidas "el tipo que fabrica los cajones". Pero un día, como una Bella Durmiente masculina, el profesor se despertó. Y allí empezó todo.

Vuelto de ese casi Más Allá, Alexander contó una historia que dejó como un poroto al finado Víctor Sueiro (de quién ahora se afirma que se le aparece a los enfermos terminales). Narró que estuvo en un sitio en donde las almas desencarnan, rodeado de mariposas, músicas celestiales y unas raras criaturas ("ninguna palabra hace justicia a los seres que vi, sencillamente eran formas superiores, diferente a todo lo que he conocido en este planeta".

El profesor de Harvard, embalado, sostiene que estas entidades emitían "un canto glorioso". Hasta que en una de esas, como a Dante, se le apareció una mujer que le dio tres mensajes: "Sos amado y apreciado para siempre", "No tienes nada que temer" y "No hay nada que puedas hacer mal". El médico, con la sartén por el mango, hizo lo más mundano y menos celestial que uno pueda imaginar: escribió un libro. El mismo, "Proof of Heaven: A Neurosurgeon’s Journey into the Afterlife" ("Prueba del Cielo: Viaje de un Neurocirujano al Más Allá"), hoy comenzó a venderse en Estados Unidos. Doble contra sencillo que es un éxito.

El libro, basado en las experiencias de este zombie (un ser regresado de la muerte), abunda en zumbidos, sensaciones de paz indoloras, viajes por un túnel, visiones de gente ya fallecida, vislumbres de seres luminosos, y otras burradas similares. En cualquier momento, lo veremos al profesor Alexander comandando una secta ¿Cómo no van a existir almas en pena si cada tanto les cae un tipo como éste?

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)