01 septiembre 2012

¿El Cristo de Borja o el Oso Yogui?


Por Humberto Acciarressi

Ya te lo había dicho. Es lo más bizarro que vi en los últimos tiempos. Y es imposible parar de reir cuando uno mira el esperpento que hizo doña Cecilia Giménez con el "Ecce Homo", de Elías García Martínez. La "restauradora" más irresponsable del mundo y la historia, ya se convirtió en una celebridad, lo mismo que el pueblo español de Borja. Las redes sociales no dan abasto, los turistas llegan en tropel y nadie quiere irse sin sacarse una foto con el espanto que hizo esta inimputable. Hay que agradecer, claro, que no trabajaba en el museo del Louvre porque transformaba La Gioconda en un paisaje campestre o en un mal retrato de la Mole Moli.

Este hecho tremendo, sin embargo, aporta su costado interesante. Un crítico inglés señaló que la viejita consiguió darle un sentido estético a la crisis política y económica europea. Y mientras dos restauradoras de verdad dicen que "no todo está perdido" y que puede intentarse una vuelta atrás, ya se han juntado miles y miles de firmas para mantener la obra tal cual la dejó la gallega. Más aún, la gente del pueblo la defiende a muerte. Antes que el Cristo que estaba en una de las paredes de la iglesia del pueblo, piden que nadie toque a ese Oso Yogui en el que fue transformado el hijo de Dios.

Pasado el desconcierto inicial -cuando juraba y perjuraba que el cura y todo el pueblo sabían que estaba cometiendo un desatino-, la anciana no tuvo problemas en hablar por teléfono con las expertas y confirmarles que había trabajado con óleo. Reitero: lo que hizo esta mujer es tremendo y hay que rogar que nadie la invite a visitar la Capilla Sixtina ¿Te imaginás si le ve un "defectito" a El Juicio Final? Pero volvamos al tema de la crítica. Si la "intervención" de doña Cecilia tiene imitadores, todas las obras de arte podrían desaparecer en unos días. Cualquiera se sentaría en las faldas de La Piedad con un cincel en mano y hacerla pelota. Pero por otro lado, doña Cecilia trabajó como si fuera una referente del arte conceptual ¿El Cristo o el retrato del oso panda? Ese es el dilema.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)