21 mayo 2012

Para cuidarlo, la madre lo encerró 33 años


La madre de Dimitri Kuvaldin lo tuvo encerrado 33 años en una habitación de diez metros cuadrados para protegerlo de las bromas que el nene tenía que aguantar de sus compañeros de escuela. Cuando esta señora tan sobreprotectora pasó a mejor vida, Dimitri -cuyo padre había muerto cuando él era un niño- salió por primera vez a la calle en más de tres décadas. La infancia de Kuvaldin, encerrado en la píeza en su Rusia natal, transcurrió entre juegos, ositos de peluche y la lectura de los grandes clásicos de la literatura de su pais.