El felino más rico del mundo se llama Tommasino y nació en Italia. Su dueña, Maria Assunta C., murió en noviembre a los 94 años y, según sus abogados, dejó toda su fortuna a Tommasino, un gato que había rescatado de la calle hace menos de un lustro. El animal heredó nada menos que 10 millones de euros. Una de las abogadas de María Assunta, Anna Orecchioni, explicó que, de acuerdo a la ley italiana, Tomassino no puede heredar el dinero directamente. De esta forma, Stefania, la enfermera que estuvo trabajando en la casa de María Assunta, fue nombrada administradora de la herencia. Será ella quien maneje el dinero (que incluye departamentos, campos y cuentas bancarias) para satisfacer las necesidades del gato. Vale decir que si el animalejo quiere hacer un viaje alrededor del mundo, la enfermera debe ir con él. O si se quiere comprar una Ferrari o un jet privado, ella no tendrá más remedio que hacerlo. Como verás, el título de este post es una mentira. La millonaria es Stefania.
