04 agosto 2011

Lituania, el alcalde del tanque y el delirio


Por Humberto Acciarressi

Arturas Zuokas, hasta cierto momento, parecía un tipo normal. De hecho, aunque eso no garantice nada, va por su segundo mandato al frente de Vilna, capital de Lituania. Un hombre con sensibilidad, amante de los transportes alternativos, un luchador contra la contaminación. En 2007 sufrió una denuncia por corrupción, pero se dice que quedó en la nada. Muchas veces, los vecinos lo ven trasladándose de un lado a otro en monopatín, o eventualmente en bicicleta. Y jamás tira un papel en la calle. Pero tanta simpática "anormalidad" no se la bancaría ni Willy Wonka. Y si no, veamos.

Días atrás, los colaboradores del alcalde comenzaron a verlo malhumorado. Se quejaba de que muchos automovilistas dejaban sus coches estacionados en las bicisendas, algo terminantemente prohibido en la ciudad. Harto ya de estar harto, Zuokas se comunicó con el ejército de su país, se hizo traer un tanque artillado de fabricación rusa y se subió al vehículo junto a uno de sus colaboradores. En la web podés ver lo que pasó después. Te lo resumo: el funcionario va por una calle, ve mal estacionado un Mercedes Benz, habla con el conductor del tanque, y la mole preparada para la guerra le pasa por arriba al auto. La sonrisa de satisfacción de Zuokas mientras el blindado aplasta el Mercedes es la de un demente.

Acto seguido, una grúa se lleva los hierros retorcidos que quedan, y el mismo jefe de gobierno barre los vidrios. Luego se sube a su bicicleta y se va. No sin mirar a la cámara y decir: "Antes, los automóviles caros estacionaban de manera ilegal, donde querían, como este Mercedes ¿Qué se puede hacer con los conductores que piensan que van a permanecer impunes frente a la ley? Este tanque es la mejor opción". Aparentemente se trataba de una publicidad, pero los lituanos que habitan en su capital se lo tomaron bien en serio. Y no sería extraño que muchos salgan a la calle con un poco de miedito. No sea cosa que para prevenir que alguien tire un cigarrillo en la vereda, el alcalde haga instalar ametralladoras en las esquinas.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)