31 marzo 2010

Lewis Carroll más un portfolio de conejos


"Alicia no sufrió el menor daño y se levantó de un salto. Miró hacia arriba, pero todo estaba oscuro. Ante ella se abría otro largo pasadizo, y alcanzó a ver al Conejo Blanco, que se alejaba a toda prisa. No había momento que perder, y Alicia, sin vacilar, echó a correr como el viento, y llego justo a tiempo para oírle decir, mientras doblaba un recodo:

-¡Válganme mis orejas y bigotes, qué tarde se me está haciendo!"

Lewis Carroll





La hiena se ríe aunque el chiste sea malo






Por Humberto Acciarressi

Si pecás de original y, en lugar de un perro, un gato o eventualmente un hámster, tu mascota es una hiena, es necesario que prestes mucha atención. La ciencia acaba de endilgarnos un nuevo conocimiento: el por qué de la risa de este bicho. Si tenemos en cuenta que el estudio se realizó sobre 26 hienas manchadas mantenidas en cautiverio en un campo en Berkeley, habría que concluir que se ríen de estúpidas. Pero aparentemente no es así. Lo hacen, entre otras cosas, para marcar su rol social en la manada, o solicitar ayuda cuando está cercada por un grupo de leones. Es decir, si nos atenemos al segundo caso, se ríe cuando debería llorar. A menos que se trate de una hiena masoquista o con tendencias suicidas. "¿De qué te reís?" "De que ese león está a punto de comerme".

Precisamente por esto, si ibas al zoológico para contarle chistes a la hiena y con eso levantar tu autoestima, será mejor que te busques otra actividad. El animal no sólo es un hipócrita, sino que además es un inconciente. Para colmo, los investigadores descubrieron que tiene diez maneras diferentes de reirse, lo cual la convierte en el espectador ideal para una stand-up comedy del Paseo La Plaza. Por otro lado, como mascota deja bastante que desear y como amigo ni te cuento. Ah... y también se ríen cuando tienen hambre. Como diría María Elena Walsh, el reino del revés. Por eso, si tenés una hiena en tu casa y se ríe mucho, ponele un candado a la heladera. Mejor prevenir.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

29 marzo 2010

Recórcholis: Batman vs. Superman


Días atrás, dos antiguos ejemplares de los superhéroes más emblemáticos de la historia - Superman y Batman - se vendieron a cifras siderales. En el caso del hombre de acero, la primera edición de Action Comics de junio de 1938 fue rematada por el portal ComicConnet, en transacción privada a un coleccionista de Nueva York, en un millón de dólares. Hay que destacar que apenas quedan dos ejemplares en el mundo de esa edición. El último récord por una revista de Superman había sido de 317 mil dólares.

En el caso de la revista donde hizo su aparición el guardián de Ciudad Gótica (un raro ejemplar del número 27 de la publicación Detective Comics, de mayo de 1939 y el precio de 10 centavos de dólar en la tapa), llegó a la friolera de un millón 75 mil dólares en la casa de subastas Heritage Auction Galleries, en Dallas. Un dato curioso: el vendedor la había comprado, en la década del 60, a cien dólares. Eso sí puede llamarse una inversión a futuro. Por otro lado, hace unos meses se subastó un original de la portada de Tintín, de América, por 780 mil dólares. Santa platita, Robin.


La abuela está en la cueva


Por Humberto Acciarressi

La llaman Mujer X, un nombre bastante impersonal y por cierto poco cariñoso. Especialmente porque podría tratarse de una de las abuelas de la especie humana. Está bien que no puede manifestarse mucho entusiasmo sentimental por un hueso de 40 mil años, del que los científicos señalan enfáticamente que no pertenece a los "sapiens" ni al "neandertal". Es una nueva especie, dicen. Y el panorama evolutivo es cada vez más endiablado de entender, agregan con palabras más técnicas. Pero el amor es más fuerte y, con ojos tiernos, deberíamos mirar ese hueso lejano encontrado en una cueva y decirle: "Abuela, ¿sos vos?".

Han pasado muchos años desde las primeras polémicas entre creacionistas y evolucionistas. Pero la ciencia sigue su curso y, cada tanto, alguien encuentra un hueso y la familia se hace más grande. Hay algo que, sin embargo, puede darnos una sorpresa. Los científicos confiesan que al momento no pueden decir cómo era la criatura. ¿Tendría cuatro dedos como los Simpson?, ¿un sólo ojo como Leela, la chica de Futurama?, ¿babeaba como Alien y se comía crudos a sus amigos?, ¿sabía cocinar?, ¿le gustaba bailar?, ¿llegó del espacio exterior en una nave? Por todos los dioses, ¿era un monstruo la "abue"? La incertidumbre nos mata y ya no están Mulder y Scully para averiguar por nosotros. De cualquier forma, ante la duda, para nosotros es "la abuela". Y jamás permitiremos que un perro agarre ese hueso y salga corriendo.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

26 marzo 2010

Rock argentino: un aporte a su historia


Por Humberto Acciarressi

Hay que suponer que nadie, por los sesenta, imaginaba que aquel rock criticado por casi todos y seguido por pequeñas sectas de jóvenes, iba a recorrer tan largo y fructífero camino. Ya estamos a medio siglo de aquellos primeros acordes y, como suele ocurrir, mucho de entonces se perdió en el camino y casi no quedan vestigios. Hacer una labor historiográfica, minuciosa y casi sin omisiones, no es fácil. A menos que el encargado sea Litto Nebbia y se haya pasado cinco años de su vida metido en este proyecto. El fruto de ese esfuerzo descomunal es "Una celebración del rock argentino", nueve CDs que contienen más de doscientos temas que abarcan el período de 1963 -fecha de aparición de Los Gatos Salvajes en Rosario- hasta 1973 -cuando irrumpen en el escenario musical Sui Generis y León Gieco-.


Hay dos datos claves que hacen de esta monumental antología una pieza única. El primero, como señala el propio Nebbia, es que no son covers. En rigor, son reinterpretaciones de clásicos y temas no muy conocidos de aquellos tiempos fundacionales. Y cada una de estas versiones es asumida por otros cantantes o grupos, ya sea de aquellas épocas como de los años que siguieron. De algunos temas hay, incluso, dos interpretaciones. Por ejemplo "El rey lloró", de Los Gatos, es cantada en uno de los CD por el Flaco Spinetta y en otro por León Gieco.



Y así tenemos a Fito Páez versionando "Viento dile a la lluvia", Los Super Ratones con "Ana no duerme", Andrés Calamaro haciendo "Laura va", Lalo de los Santos con "Muchacha ojos de papel", el propio Litto Nebbia interpreta "Yo vivo en una ciudad", Daniel Homer con "Barro tal vez", Silvina Garré encara "Sólo se trata de vivir", Guadalupe Raventos hace lo suyo con "Presente", Ulises Butron canta "Pato trabaja en una carnicería", y la lista sigue hasta superar los doscientos. Se trata de una superproducción como se ven pocas en el mercado discográfico, en la que intervinieron unos cien músicos. La obra cuenta con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Nación, al tiempo que un porcentaje de lo que vaya a recaudar se destinará al hospital Garrahan.


Muy a grandes rasgos, los homenajeados de esta década clave en la historia del rock vernáculo son Los Gatos, Almendra, Moris, Miguel Cantilo, Roque Narvaja, Arco Iris, Manal, Vox Dei, Pappo´s Blues, Pescado Rabioso, Aquelarre, Huinca, Color Humano, Sui Generis, León Gieco, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Litto Nebbia, Miguel Abuelo, Alma y Vida, El Reloj, La Cofradía de la Flor Solar, etc. Si a esto le sumamos los que realizan los homenajes, tenemos un trabajo imprescindible en las repisas de todo amante del rock argentino.

Desde hace muchos años, Litto Nebbia nos tiene acostumbrados a hacer realidad lo que parece casi imposible. En este caso, como un bonus casi tan importante como el resto, además de la recopilación, se trata de alguien que vivió aquella movida desde bien adentro. Más no puede pedirse.


(Publicado en el suplemento de música Te Suena, de La Razón de Buenos Aires)

20 marzo 2010

Kathryn Bigelow en territorio enemigo


Por Humberto Acciarressi

Directora desde hace más treinta años, realizadora de ocho largometrajes y un buen número de cortos, editora de la revista teórica postestructuralista Semiotext, artista plástica (algunas de sus obras se exponen en el Whitney Museum de Nueva York), modelo del célebre Robert Mapplethorpe. Talentosa y bella, Kathryn Bigelow ha dirigido a actores de la talla de Harrison Ford, Sean Penn, Juliette Lewis, Liam Neeson y Ralph Fiennes.Y sin embargo, apenas dos años de matrimonio con James Cameron entre 1989 y 1991 (¡hace 20 años!), bastan para que todo el mundo, en la actualidad, siga planteando la final de los premios Oscar como una lucha entre el director de Titanic y "su ex mujer". Si allí no hay un prejuicio, que me digan dónde.

Kathryn Bigelow es considerada por la crítica como una directora diferente. ¿Por qué? Porque sus temas de interés, contrariamente al clishé, se encuadran en la acción, ya sea bélica, futurista, policial o de terror. "Vivir al límite", el film que le valió esta fama, refleja su entusiasmo por el costado épico del militarismo. Su dedicatoria a los "uniformados" y a "los soldados que combaten por nosotros", que asombró a tantos, en realidad tiene mucho que ver con su obra previa. Y para colmo acaba de anunciar que viajará a filmar en la Triple Frontera.

Desde "Cuando cae la noche", pasando por "Punto de quiebra", "Días extraños", "El peso del agua" o "K-19", sus películas han recibido críticas dispares. En ese sentido, lo suyo no es demasiado diferente a lo que ocurre con muchos directores varones. Pero Kathryn Bigelow, que nació en California el 27 de noviembre de 1951 de la unión de un fabricante de pintura y una bibliotecaria, tuvo que bailar siempre con la más fea. Sobresalir en un medio como la dirección en Hollywood no es fácil para una mujer, que parece estar históricamente relegada a los papeles estelares como actrices.


Que Bigelow sea la primera directora en ganar el Oscar en más de ochenta años es un escándalo que elude el sentido común y roza el absurdo. Sólo tres veces había sido nominada una mujer en el rubro Mejor Dirección. La primera, en 1976, Lina Wertmüller con la inolvidable "Pasqualino siete bellezas". Después llegaron las otras dos grandes películas que no obtuvieron el cetro de Hollywood: "La lección de piano" de Jane Campion en 1993 y "Perdidos en Tokio" de Sofia Coppola en el 2003. En una historia de más de ochenta años de premio Oscar, tres golondrinas no hacen verano.

Y en este sentido conviene analizar un estudio de "The Celluloid Ceiling", que indica que de las 250 películas más taquilleras del 2009, las mujeres apenas llegaron al 16% de los directores, productores, guionistas y otros puestos de jerarquía. El Oscar a "Vivir al límite" puede ser -visto en perspectiva- dos cosas: o un mero dato que recordarán en el futuro los historiadores del cine, o una bisagra en la mirada de quienes votan y deciden los nombres de los ganadores. Mientras, como su personaje, Kathryn Bigelow sigue explorando en territorio enemigo.

(Publicado en La Razón, de Buenos Aires)

19 marzo 2010

La Era Facebook rompe la lógica


Por Humberto Acciarressi

Facebook está dispuesto a no dejar títere con cabeza. El imperio de Mark Zuckerberg, ese joven millonario denominado por Claire Hoffman como gánster cibernético y freak con ínfulas, todos los días es noticia. Ahora, la red social consiguió algo que aún ante el dato parece increíble: desplazar a Google y convertirse en la web más visitada en los Estados Unidos. Aunque otros estudios sigan poniendo al buscador por encima, lo sintomático, lo realmente asombroso, es que un navegador vea peligrar su trono ante una red social. Por encima de otras cuestiones, la lógica parece indicar que esto es un absurdo.Y sin embargo...

Más allá de interpretaciones económicas o tecnológicas, este fenómeno no debería escapar a quienes analizan los comportamientos humanos.La Era Facebook, con todo lo que ella tiene de implícito en materia de comunicación, ha llegado para quedarse. Puede cambiar o no el formato, pero ese vacío ya fue ocupado y no hay vuelta que darle. Si es cierto que Zuckerberg la escamoteó la idea de Facebook a compañeros de Harvard (varios de los cuales le han iniciado querellas), ese si fue el robo del milenio, y no los que cometen unos ladrones de poca monta, recordando el título de un film de Woody Allen. Y el imperio sigue y sigue en crecimiento. Y Mark engrosa su cuenta bancaria cada vez que alguien se pone a reunir vía Facebook a gente de la que no sabe nada desde hace un siglo o forma un grupo de amantes del bay biscuit.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

13 marzo 2010

London Calling







Y pasaron treinta años. London Calling, el tercer album de The Clash, ya tiene tres décadas. Ese disco que figura entre los más emblemáticos de la historia del rock y al que la revista Rolling Stone consideró el mejor de los años 80, fue por cierto el que marcó y definió una nueva estética en el universo del punk con su apertura hacia otros géneros como el ska, el reggae, el rockabilly, el jazz y el dub.

Con la mayoría de los temas compuestos por Mick Jones y Joe Strummer, la fotografía de tapa - uno de los íconos del punk- es la de Paul Simonon rompiendo su bajo en el Palladium de Nueva York en 1979, por la fecha en la que la banda se encontraba grabando London Calling.

Curiosamente, Simonon contó varias veces que tuvo un ataque de ira porque su bajo estaba sonando mal y que nunca más en su vida le hizo ni un rasguño a un instrumento. El grupo que en 1980 tenía cuatro años y ya estaba formado por Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Toper Headon (Keith Levene no llegó a grabar y Terry Chimes sólo lo hizo en el primer álbum) entraba a la historia con este disco doble.

London Calling, cuyo título recrea una frase que la radio inglesa utilizaba durante a guerra es, además, el punto más alto del grupo antes de sucesivas deserciones y la final separación. Joe Strummer, que formó su banda con The Mescaleros, murió de un ataque al corazón mientras grababa "Streetcore" en diciembre del 2002. Todo lo demás ya es historia.



Lego


12 marzo 2010

Libano, 1957


Un celular con una persona a cuestas


Por Humberto Acciarressi

Ocurrió hace unos días en la zona de Congreso. Una chica, en un local de comida rápida, al borde de un ataque de nervios y una urgente necesidad de una sopa de clonazepan, le rogaba a la cajera que buscara, que le diera noticias, que implorara junto a ella, por el iPhone que -aseguraba- había olvidado en el mostrador. Estaba realmente mal, el aparato no apareció, y se fue desesperada. Si andaba con plata, debe haber corrido a comprarse otro. Mejor no imaginar las cosas que puede haber hecho si no la tenía. Los ojos desorbitados hablan a las claras que era una adicta al teléfono móvil y de sus chiches incorporados, de esos de los que habla un estudio recién publicado.

Miles de jóvenes confiesan que se sentirían perdidos sin el celular. Un 75% de ellos reconoce que se acuesta con el aparato, que para colmo (de males o de bienes) cada vez hace más cosas. Que mucha gente está chiflada no es novedad. Una pareja coreana acaba de dejar morir a su hija real por cuidar a una virtual, un avatar llamado Anima de un juego similar a Second Life. Pero lo de los celulares está alcanzando límites de pesadilla. Cuando incorporen un par de funciones más (mucho no falta), estaremos casi adentro de los sueños más osados de la ciencia ficción. Un alto porcentaje reconoce la adicción, aunque no se especifica qué se hace con ese reconocimiento. Tal vez estemos en los umbrales de un nuevo tiempo: cuando los celulares caminen por la calle con un hombre o una mujer a cuestas.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

04 marzo 2010

¿La mujer es una droga?

Por Humberto Acciarressi

Hasta ahora, la frase "esa mujer es una droga" era una metáfora y no demasiado feliz. Pero la ciencia no se cansa de darnos sorpresas. Ahora resulta que esa mujer, la de las curvas, sí, esa tan voluptuosa que anda a tu alrededor, produce en tu cerebro la misma sensación que el alcohol o las drogas más variadas. Los investigadores asocian este descubrimiento a que los hombres disfruten más con las páginas pornográficas que las mujeres, algo que dan por hecho aunque sin citar fuentes científicas.

De cualquier manera no alcanzamos a imaginarnos a un programa de investigación televisiva haciendo un seguimiento de aquellos que salen con mujeres curvilíneas. O por lo menos, no de uno que siga la ruta del "paco", la cocaína o el éxtasis. Pero atenti los sabuesos de la DEA y todas sus oficinas internacionales, hay mujeres más peligrosas que una barra de la peor merca. Y si viajás con una, no te extrañe que -de ahora en más- te la confisquen en el aeropuerto mientras vos vas a parar a una celda, de cabeza. Si andás con varias chicas y utilizás el recurso "para consumo personal", no olvides declararte religiosamente polígamo para evitar males mayores. Y si te querés sacar a una de encima porque te tiene podrido, utilizá un argumento avalado por la ciencia: "Me hacés mal y estoy en proceso de rehabilitación". Eso sí: no camines por la calle mostrando una Playboy porque te pueden acusar de apología del delito. Aunque vos no lo creas.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)