25 mayo 2008

El insulto más original que me dedicaron



En muchos años -más de los que quisiera- me han puteado de las maneras más diversas. Los más comunes han mentado a mi madre; otros, ciertas facetas de mi personalidad ("Sos un loco de mierda", por ejemplo, lo escuché más de una vez, aunque no en el sentido psiquiátrico); en medio de peleas callejeras o futboleras (cuando estilaba esas grasadas), las que ustedes se imaginen. De mujeres he recibido muchas y algunas de las más originales. Pero ninguna como la que me dijeron la semana pasada, ya no recuerdo a raíz de qué asunto, y que, lamentablemente, su autora no leerá nunca por la propia naturaleza de la frase, que es la siguiente:


"Jamás, en mi puta vida, voy a entrar en tu blog"

Que cumpla o que no lo haga, mucho no me interesa (mentira, sí me interesa porque es una compañera con quien nos queremos mucho y cuyo nombre jamás voy a revelar). Pero al margen de eso, es el insulto más original que me han dedicado hasta el momento. Y lo más lindo es que le salió naturalmente, casi con inocencia,  con un aire de elogio, y hasta con una sonrisa. Es decir, como deberían ser todos los insultos.

Humberto Acciarressi